Cuerpo "Estilo"
Domingo 3 de Noviembre de 2013
Caracas-Venezuela
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COCINANDO EN VOZ ALTA
@nunezalonso
De hacer espectáculos,cocina y
país.
En 1967, Guy
Debord, un pensador francés, vanguardista radical y promotor del característico
movimiento contracultural de la llamada “era hippie” publicó un trabajo
complicado, abstracto y casi en clave de aforismos llamado “La sociedad del espectáculo”. En
éste proponía, entre otras atractivas tesis, que en la sociedad
moderna el consumidor real es un “consumidor de ilusiones “ y que el espectáculo
“es la manera en la que esa ilusión ejerce su dictadura.”
Mas de cuarenta años después, el escritor peruano y Premio
Nobel de Literatura 2010, Mario
Vargas Llosa, presenta al público un libro breve y casi homónimo: “La
civilización del espectáculo” (Alfaguara, 2012) , en el que con una visión mas
cultural que económica de la tenida por Debord, plantea que somos una
civilización “donde el primer
lugar en la tabla de valores vigentes lo ocupa el entretenimiento y donde
divertirse y escapar del aburrimiento es la pasión universal. “
Estemos o no de acuerdo con muchas de las cosas dichas en lo
sucesivo por estos autores, pareciera difícil negar que efectivamente vivimos inmersos actualmente en la necesidad de ser entretenidos por y para
otros. La literatura, el cine, el arte…..todo debe ser de contenido ligero, fácilmente
digerible, breve, pero sobre todo
más que entretenido: divertido y bello.
En este contexto, como inquietos cocineros que somos, es imposible
no acercar esta reflexión a
nuestro campo de conocimiento. En la sociedad actual, la cocina como evento público
en muchos de los salones, congresos
y por supuesto en la televisión, busca divertir a la vez que dar placer
y posibilitar una via de evasión fácil para todos. A fin de cuentas, ésta es
una de las características de la gastronomía: la conquista de lo superfluo, más
que de lo necesario.
Sin embargo, ante ciertas coyunturas sociales y económicas,
es justo y necesario que de vez en cuando se alcen voces de cocineros pensantes
y poco complacientes que señalen
situaciones problemáticas y hasta desagradables para algunos.Tal fue el
caso de la valiente intervención del chef venezolano Carlos García durante uno de los más importantes
congresos gastronómicos del mundo, celebrado en México, el pasado mes de Mayo.
En “Mesamérica 2013” nuestro chef expuso temas sensibles a la realidad venezolana actual como
la necesidad de lo complejo, lo diverso y lo plural en un país fracturado
social, económica y moralmente. García se alejó de la fórmula común a este tipo
de eventos al no presentar, por ejemplo, una casi extinta especie vegetal
endémica o alguna milenaria técnica aborigen venezolana recién descubierta por
él. Antes bien, habló de una muy actual situación de desabastecimiento y
fricción social en la que la cocina podría ser una de las vías para recuperar
la unión, la hermandad y la alegría perdidas. Se alejó así del rol del “show
man- gestor turístico” en que tiene que convertirse cada chef nacional en el
extranjero que debe “hacer país” en aras de la marca que tanto se busca estampar
hoy en el plano gastronómico internacional.Su pertinente intervención expuso
una realidad tal vez incómoda y poco divertida para muchos, pero que
ejemplificada con platos como la “Pasta con Sardinas”, que alude al hecho de
que “pocas situaciones sociales son tan democráticas como el acto mismo de
comer”, planteó la posibilidad de sentarnos
sonrientes, algún día, a una
reconciliadora mesa plural. Por cierto,ese sería el mejor de todos los
espectáculos.